Según datos de Aviation Safety Network el año recién terminado ha sido el más seguro de la historia de la aviación comercial tanto en lo que se refiere a número de accidentes como a número de fallecidos, con un total de 10 accidentes con muertos que han provocado 44 fallecimientos.
Cinco de estos accidentes fueron de aviones de carga y otros cinco de vuelos de pasajeros. Con unos 36.800.000 vuelos de pasajeros al año esto representa un accidente fatal por cada 7.360.000 vuelos.
Las cifras de ASN se refieren a accidentes de aviones civiles con capacidad de llevar 14 pasajeros o más, con lo que el accidente de un Shaanxi Y-8F de la Fuerza Aérea de Myanmar del 7 de junio en el que murieron 122 personas no está incluido. Pero aún incluyendo aviones militares de transporte y vuelos no comerciales el número total de fallecimientos sería de 230 en un total de 24 accidentes, que siguen siendo las cifras más bajas en la historia reciente de la aviación.
A 31 de diciembre de 2017 habían pasado 398 días desde el último accidente de un avión de pasajeros a reacción, el del Chapecoense, lo que es un récord, y 792 días desde que un accidente de un avión civil haya provocado más de 100 muertos, en este caso el del vuelo EgyptAir MS804,lo que también es un récord.
Estos resultados no son fruto de la casualidad, obviamente, sino del trabajo de todos los profesionales involucrados, que hacen que volar siga siendo el medio de transporte más seguro; lo malo de volar siguen siendo las normas de seguridad de los aeropuertos, muchas de ellas de dudosa efectividad, cada vez estén haciendo más coñazo el volar.