Por @Wicho — 23 de octubre de 2019

Un 737 MAX en vuelo

Dennis Muilenburg, el todavía director ejecutivo de Boeing, ha estado al frente de la presentación de resultados de la compañía para el tercer trimestre de 2019. Estas son algunas notas acerca de lo que se ha dicho en ella:

  • De cara a los resultados presentados la compañía ha asumido que obtendrá el permiso para que el 737 MAX, que lleva en tierra desde marzo de 2019, vuelva al servicio en el último trimestre de 2019. Eso le permitirá aumentar el ritmo de producción de 42 aviones mensuales a 57 a finales de 2020… Siempre que los clientes mantengan los pedidos existentes y los pasajeros no tengan problema en volar en ellos, añado yo.
  • Pero lo cierto es que todavía no ha entregado a la Administración Federal de Aviación (FAA) de los Estados Unidos la versión definitiva de las actualizaciones del software del avión ni los manuales actualizados ni el programa de formación modificado en los que lleva meses trabajando.
  • También es cierto que es muy probable que el resto de las autoridades de aviación del mundo no sigan la recomendación de la FAA y se tomen su tiempo para autorizar la vuelta al servicio del MAX una vez que la FAA lo haya hecho.
  • Así que en vez de aumentar la producción del MAX Boeing podría verse obligada a reducirla aún más o incluso a detenerla por completo si el modelo sigue sin poder volar en 2020.
  • En este momento hay más de 700 Boeing 737 MAX en el mundo que no pueden volar contando tanto los que ya estaban en servicio como los que han sido producidos después de que entrara en vigor la prohibición de volar para este modelo. Esto hará que hasta 2021 no puedan ser entregados todos, de nuevo asumiendo que se les permita volar antes de que termine 2019, pues calculan que les llevará algo más de un año revisarlos y entregarlos.
  • Económicamente la retirada del MAX ha sido un duro golpe para la empresa: la división de aviones comerciales pasó de unos beneficios de 2.000 millones de dólares en el tercer trimestre de 2018 a unas pérdidas de 40 en el tercero de 2019. Se estima que en total la crisis del MAX ya le ha costado a Boeing unos 9.200 millones. En general las ganancias de la compañía han caído un 53%, lo que da una idea de la importancia del 737 para ella.
  • Aún así Greg Smith, el director financiero, dice que la empresa tiene la fuerza suficiente como para superar la crisis desde en punto de vista económico.
  • Pero además de costarle el puesto de presidente del consejo de administración a Muilenburg la crisis del MAX le ha costado su puesto a Kevin McAllister, jefe de la división comercial de la compañía, quien acaba de ser despedido.
  • También están teniendo problemas con la entrada en servicio del 777X, que no se espera ya entes de 2021, lo que ya ha hecho que clientes importantes como Emirates estén amenazando con cancelar los pedidos, aunque lo más probable es que lo que consigan sean descuentos.
  • Va a bajar también la producción de 787 de 14 al mes a 12 desde finales de 2020 al menos durante dos años.

Y la semana que viene Muilenburg testifica ante el Congreso y el Senado de los Estados Unidos; seguro que no le hace especial ilusión que el informe del accidente de Lion Air se vaya a hacer público este viernes. Es un informe que no deja nada bien parada a a Boeing.

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