Ran D. St.Clair pensó que si un avión de radiocontrol vuela, quizá dos unidos por las alas pudieran volar también… Y tras algunas pruebas compró que no andaba equivocado. Luego pensó que si dos funcionaban, por qué no tres, y cuatro y… la cosa se le fue un poco de las manos, pero así siguió hasta hacer realidad el Flex 9, un meta-avión construido con 9 aviones más pequeños.
El vuelo un tanto sinuoso pero estable, haciendo bueno el nombre de flexible. Aunque por momentos parece que se vaya a descontrolar, todo funciona. El aterrizaje es un poco de aquella manera debido a la estructura, pero sin grandes problemas. Además al fin y al cabo son aviones baratos y de piezas fácilmente reemplazables.
Aquí está el explicado el cómo se construyó, un método realmente sencillo que consistía en unas extensiones para unir ala-con-ala y unos cables para transmitir las señales que controlan los motores y la dirección, un método que han calificado de «tan simple como ingenioso».
Bonus: minipunto para el piloto del dron con el que se grabaron las imágenes, que consiguió tomas realmente buenas.
(Vía Laughing Squid.)