El vuelo AF66 del 30 de septiembre de 2017, entre París y Los Ángeles, perdió el motor número cuatro –el motor externo del ala derecha– cuando estaba a unos 370 kilómetros al sureste de Nuuk en Groenlandia. La tripulación declaró emergencia y aterrizó sin más problemas en Goose Bay un par de horas después.
Por las fotos parece obvio que el motor perdió el ventilador y la parte del carenado que lo cubre; habrá que esperar a la investigación, ya en marcha, para determinar el motivo.
Es importante tener claro que aunque el incidente recuerda al del vuelo 32 de Qantas, que el 4 de noviembre de 2010 perdía el motor número dos –el interior del ala izquierda– a los cuatro minutos de despegar de Sydney, en el caso del Air France el motor es un Engine Alliance GP7000, mientras que en el caso del Qantas era un Rolls-Royce Trent 900.
El avión del incidente es el F-HPJE, entregado el 17 de mayo de 2011 a Air France.