Este fin de semana se estrellaba el Boeing 737-505 con matrícula VP-BKO de la aerolínea Aeroflot-Nord en su aproximación final al aeropuerto de Perm (PEE/USPP), falleciendo en el accidente los 82 pasajeros y 6 tripulantes: ASN Aircraft accident Boeing 737-505 VP-BKO Perm.
VP-BKO aterrizando en Moscú Sheremetyevo (UUEE) el 13 de junio de 2008 - Aktug Ates / JetPhotos.net
El avión, construido en 1992, llevaba volando con Aeroflot-Nord desde el 24 de marzo de este año, y con anterioridad había pertenecido a Braathens, Xiamen Airlines, y China Southwest Airlines.
Por supuesto es todavía muy pronto para conocer las causas del accidente, pero a pesar de ser el tercer Boeing 737 que se estrella en apenas tres semanas junto con el de Itek Air en Kirguizistán y uno de Conviasa en Ecuador me llama poderosamente la atención que en este caso los medios españoles no estén clamando al cielo por la retirada de este modelo de avión cuando les faltó tiempo para hacer lo propio con el MD-80 y familia tras el accidente del Spanair JK5022 en Barajas.
Supongo que la distancia es un atenuante, pero hay un mundo de diferencia en el tratamiento de estos accidentes que en mi opinión debería hacer reflexionar a más de uno.