En la imagen History of Fatal Air Crashes [zoom] los datos proceden –cómo no– de Aviation Safety. También allí está el código Python con el que se ha hecho la extracción de datos directamente del HTML de la web. Elegante.
Uno de los detalles más interesantes es que normalmente sólo se tienen en cuenta los accidentes aéreos civiles; aquí se incluyen tanto los civiles como los militares y «otros» (incluso hay color específico sobre la invasión de Normandía en 1944). Se puede apreciar qué porcentaje de muertes se producen en uno y otro tipo de vuelos; excepto en la Segunda Guerra Mundial parece que del total suele haber un 20-30% de siniestros militares del total anual.
Los rectángulos de las barras indican naturalmente el número de víctimas. Como accidentes más desastrosos figura el accidente de Los Rodeos en Tenerife que involucró a dos aviones Boeing 747 en una gigantesca fatalidad (335 + 245 = 580 víctimas; 61 supervivientes); también está el vuelo 123 de Japan Airlines (520 víctimas; sólo se salvaron 4 personas).
A grandes rasgos se aprecia visualmente una línea descendente como tendencia, que aunque debe estar cerca de las 900-1.000 víctimas anuales es señal de que cada vez es más seguro volar –especialmente teniendo en cuenta que cada año se vuela mayor distancia. (La medida correcta para comparar suele ser «muertes por millas recorridas» o equivalente.)
El año «más seguro para volar» fue 2013: menos de 400 víctimas en todo el mundo, aunque no parece que se haya tenido en cuenta el número de millas voladas y más bien debería denominarse «año con menos víctimas». Este año estamos en disposición de superarlo si no hubiera más grandes percances (algo improbable) de modo que será difícil mejorar ese récord.