Conocido extraoficialemente como «la plataforma voladora» el aerociclo Lackner HZ-1 fue un invento de corta vida surgido en la década de los 50. Una especie de «helicóptero personal» capaz de transportar a una persona y algo de carga (unos 50 kg) hasta una distancia de unos 50-80 km según el tamaño del depósito de combustible.
La idea era que fuera fácil de utilizar y que cualquier soldado pudiera manejarlo en unos 20 minutos, algo que resulto más complicado de lo esperado – recordemos que en aquella época todo era mecánico y no existían las ayudas electrónicas de hoy en día.
Si el aparato parece peligro ante una eventual caída de su ocupante de la plataforma es porque lo era (aunque no llegó a hacer de trituradora de carne en ninguno de los vuelos). La persona que lo pilotaba iba sujeta con un arnés, aunque no se aprecia mucho en el vídeo. Los flotadores sobre los que despegaba y aterrizaje no sólo servían para tierra, también era capaz de aterrizar sobre agua.
El proyecto se abandonó tras unos pocos vuelos, al comprobarse que era mucho más difícil de pilotar de lo que se pensó originalmente. Además tuvo varios accidentes porque los rotores (que giraban cada uno en un sentido) tenían tendencia a chocarse, destrozando las hélices además de llevarse golpes con las pequeñas piedras que levantaban con las turbulencias. Además en las pruebas de túnel de viento vieron que a partir de cierta velocidad era casi imposible resolver estos problemas.