Por @Wicho — 7 de marzo de 2022

Un A330 de Aeroflot aterrizando en Ámsterdam – Wicho
Un A330 de Aeroflot aterrizando en Ámsterdam en tiempos más tranquilos – Wicho

El grupo Aeroflot –que también incluye a las aerolíneas Aurora y Rossiya– ha anunciado que a partir de mañana, 8 de marzo de 2022, cancela todos sus vuelos internacionales salvo aquellos con destino Bielorrusia. Esto es consecuencia de las sanciones impuestas a Rusia por la invasión de Ucrania.

Por un lado complican el pago del combustible y los servicios aeroportuarios tanto por la devaluación del rublo como porque muchos bancos rusos ya no tienen acceso al sistema SWIFT de pagos internacionales. Aunque Aeroflot podría evitar esto último pagando a través de alguno de los bancos que aún están en el sistema.

Pero también está el problema de que dentro del paquete de sanciones se impide vender o alquilar tecnología aeroespacial a Rusia, y esto incluye un elevado porcentaje de los aviones que operan Aeroflot, las aerolíneas de su grupo, y en general todas las aerolíneas rusas, que las empresas de alquiler tienen que recuperar; se pueden encontrar con que sus aviones son confiscados en aeropuertos de otros países. Aunque el Ministerio de Transportes ruso parece estar considerando nacionalizar los aviones que pertenecen a empresas de alquiler.

Además Airbus, Boeing, y otros fabricantes han anunciado que dejan de dar soporte a las aerolíneas rusas, con lo que tienen el problema adicional de no poder acceder a repuestos y servicios de mantenimiento –uno de los mayores hubs de mantenimiento de Aeroflot está en Alemania– así que volar menos supone también un desgaste menor de sus aviones. Y volar menos supone que, en un momento dado, tienen necesidad de menos aviones, con lo que podrían canibalizar algunos para conseguir piezas para mantener otros en vuelo. Esto va más lejos que los fabricantes occidentales: el Sukhoi Superjet 100, por ejemplo, aunque es un avión fundamentalmente ruso, usa componentes fabricados por la multinacional francesa Safran en sus motores.

Otro aspecto en el que las sanciones están afectando a las aerolíneas rusas es que han sido excluidas de los sistemas de reserva y venta de plazas y gestión de vuelos; en el caso de Aeroflot han sido excluidas de Sabre, que es el que utilizaba. Sabre es una empresa estadounidense.

Y, finalmente, cabe recordar que Europa, Canadá y Estados Unidos hace varios días que cerraron su espacio aéreo a vuelos rusos, con lo que también hay un montón de destinos a los que ya no podían volar.

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