Gali, nuestro camello de buenos enlaces, nos ha pasado este a un vídeo de las profundidades de los archivos de la BBC sobre el «Aeropuerto Internacional Brian Carney», algo así como el abuelo del aeropuerto Knuffingen de Miniatur Wunderland en Hamburgo.
Al mando, el capitán retirado de la BEA Brian Carney, que empezó su carrera pilotando Spitfires durante la segunda Guerra Mundial. Le llevó cinco años construirlo en los que empleó 10.000 horas de trabajo. Su idea era llevar un aeropuerto a la gente en vez de que la gente tuviera que ir al aeropuerto. Aunque con 2,5 toneladas de peso y seis días para montarlo tampoco es que su aeropuerto viajara tanto. Pero a pesar de eso, según el vídeo, estuvo de gira al menos dos veces por el mundo.
El modelo incluye 100 aviones, 1.000 vehículos, y también un pueblo pegado al aeropuerto –en Barajas saben lo que es esto– en el que hay un circo de gira. El edificio terminal está construido con latas de película. Sobre él hay un restaurante giratorio hecho con un bol de fruta puesto del revés. Y la torre de control son un par de latas de cacao.
Postal promocional del aeropuerto
Angela, la esposa del capitán Carney, se encarga del mantenimiento rutinario de los algo más de 3.300 metros de cables que hacen funcionar el invento, así como de cambiar las ruedas a los vehículos un par de veces por semana, ya que recorren unos 68 kilómetros a la semana.
Según Carney unos 10 millones de niñas y niños lo visitaron durante sus giras. Pero también dice que un par de señoras se marearon en una ocasión y que otra, en Seattle, le regaló un par de gafas de aviador que pertenecieron a Wilbur Wright. Así que lo de los 10 millones igual hay que tomárselo con una cierta dosis de precaución.
Por cierto que hablando de Wilbur Wright, el aeropuerto Carney incluye un modelo del Flyer I, y en la versión del vídeo, también un Concorde, lo que en ese momento eran como los dos extremos de los avances en aviación civil.
No he podido averiguar qué ha sido del invento, aunque teniendo en cuenta que el vídeo de arriba se emitió el 18 de noviembre de 1980 y el capitán Carney ya no parece un niño en él imagino que lo más probable es que a estas alturas haya sido desguazado hace ya años.
Y sí, como mandan los cánones, el locutor se confunde y lo que define como un DC-9 en realidad es un 727.