Los pilotos y los pasajeros que vayan en el lado adecuado del avión quizás se fijen en dos rectángulos de cemento en uno de los márgenes de la pista 10/28 del Aeropuerto Internacional de Savannah/Hilton Head. Lo que probablemente no se imaginan ni por asomo es que se trata de un par de tumbas y que si se fijan mejor podrán ver las lápidas de éstas.
Una de ellas es la de Catherine Dotson, fallecida en 1877; la otra es la de su marido Richard, fallecido en 1894.
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Cuando el aeropuerto fue inaugurado en 1932 como el Aeropuerto Municipal de Savannah era bastante pequeño, pero durante la segunda guerra mundial el aeropuerto se convirtió en una de las bases del Cuerpo Aéreo del Ejército por lo que se hizo necesario de ampliar la pista.
Los terrenos por los que se amplió no sólo estaban en la granja de los Dotson sino que la ampliación de la pista pasaba por encima del cementerio familiar que se había inaugurado con Catherine y Richard y que para entonces incluía unas cien tumbas.
Los herederos de los Dotson no pusieron ningún problema a la ampliación siempre que el ejército pagara el traslado de las tumbas a otro lugar, aunque no quisieron que las de Catherine y Richard fueran movidas. Así que para evitar meterse en posibles juicios el ejército llegó a un acuerdo con ellos para construir la pista por encima, dejando así las tumbas «incrustadas» en la pista, un acuerdo que se ha mantenido en vigor desde entonces.
Hoy en día el aeropuerto vuelve a ser civil y por lo visto el único del mundo que puede decir que tiene dos tumbas –que se ven perfectamente en Google Maps– en una de sus pistas.
Lo que ya no sale en Google Maps son los fantasmas de Catherine y Richard que, según cuenta la leyenda, puedes ver en algunas ocasiones al atardecer si aterrizas desde la dirección adecuada y el Sol está en la posición correcta.
(Now I Know vía Pepe Cervera; la foto es cortesía del propio aeropuerto).