Con cerca de 6.000 unidades pendientes de entregar el Airbus A320neo es uno de los mayores éxitos del fabricante de aviones europeo. Pero este éxito les está trayendo quebraderos de cabeza porque ahora mismo acumulan cerca de cien aviones terminados que no pueden ser entregados porque les faltan los motores.
El A320neo se ofrece con dos opciones de motorización, el CFM Leap-1A o bien el Pratt & Whitney PW1100G, a gusto del comprador. El problema con CFM básicamente es que no es capaz de suministrar tantos motores como necesita Airbus y acumula unos dos meses de retraso en las entregas. El de P&W es un poco más serio porque una modificación que hizo en los motores con el objeto de eliminar una tarea de mantenimiento le salió rana y tras dos paradas en vuelo y dos durante las carreras de despegue de cuatro motores distintos que incorporaban esta modificación la empresa tuvo que volver al diseño anterior. Esto hizo que entre febrero y mayo no pudieran entregar ningún motor a Airbus.
Enfrentada con este problema Airbus, por su parte, decidió seguir ensamblando esos aviones aún a sabiendas de que no tendría motores para ellos para no perjudicar al resto de proveedores, pero tienen que hilar fino con la logística de tener esos aviones almacenados, por no hablar del mosqueo de los compradores.
Aún así el fabricante cree que la mayoría de los aviones que ahora están a la espera de motores podrán ser entregados antes de final de año y aún mantiene el objetivo de entregar más de 800 aviones en 2018.
Y en el futuro no descarta que esos 800 aviones sean sólo de la familia del A320, aunque para ello primero los fabricantes de sus motores tendrían que estar listos para hacer frente al aumento de la demanda de motores que ello llevaría asociado.