Por @Alvy — 10 de agosto de 2021

El AirCar de Klein Vision es uno de esos inventos futuristas que parece haber ido bastante bien tras muchos años de desarrollo: apenas ha tenido accidentes –y su inventor sobrevivió a una entrada en pérdida hace algunos años– y la tecnología parece probada y lista para pasar a la fase de producción, tal y como contamos el año pasado. En su último vídeo vuela de una ciudad a otra, que es un poco la idea para la que fue concebido. No obstante, hay algunos problemas evidentes que parecen haberse ignorado sutilmente.

El caso es que tal y como cuentan en Hackaday el AirCar también suma los problemas de ser un coche y ser un avión. Su aspecto de coche con alas lo deja claro: es un coche que puede circular por carretera y es un avión ligero/avioneta que como tal requiere una licencia para pilotarlo. Y lo de la licencia, para empezar, no es algo que le den a cualquiera: hay que hacer cursos y demostrar que se es capaz de entender las técnicas de vuelo y pilotar avionetas convencionales (el AirCar no es muy diferente en eso).

El modelo biplaza del AirCar pesa 1.100 kg y puede llevar una carga adicional de 200 kg por vuelo. Tiene una autonomía estimada de 1.000 kilómetros a 200 kilómetros por hora con un consumo de 18 litros/hora. Hay planeada otra versión para cuatro ocupantes, otra bimotor, e incluso una anfibia.

Pero además de eso, que ya filtrará a muchos posibles compradores, al ser un coche también tiene los problemas típicos de los vehículos en los que nos movemos cada día: hay que llegar al aeródromo/aeropuerto por carretera, comerse los atascos, poder aparcarlo en casa adecuadamente, etcétera (por suerte sin alas no es mucho más grande que una furgoneta pequeña). El caso es que si a todos esos inconvenientes se le suma el tiempo de instalar las alas, pasar las listas de comprobación, reservar un slot para el despegue, los retrasos debidos al tráfico aéreo, etcétera la experiencia quizá no sea la que soñábamos para el futuro.

En la web del AirCar tampoco se habla de precios, sólo de «conceptos» y aunque hay vídeos donde se ha demostrado ya su elegante funcionamiento casi toda la web son fotos, modelos 3D o photoshops, con ideas más bien dirigidas a inversores que a potenciales clientes. Y sin clientes no hay negocio.

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