Por @Wicho — 20 de marzo de 2018

FedEx Express tiene 650 aviones, lo que es una flota más grande que las Emirates, Etihad y Qatar Airways combinadas. Vuelan a 400 destinos distintos moviendo 6 millones de paquetes cada día. DHL Aviation sirve a todos los países del mundo, Corea del Norte incluida. UPS Airlines vuela a más del doble de destinos que la aerolínea de pasajeros más grande.

Cada una de ellas opera cientos de vuelos al día, lo que permite a sus empresas matriz ofrecer servicios que –dejando aparte el precio– permiten a cualquiera enviar un paquete de casi cualquier punto del mundo a otro de un día para otro si no antes.

Esos vuelos unen varios centros de distribución que las tres compañías tienen distribuidos por el mundo en el que los paquetes son ordenados por destino, pasan de un avión a otro, y de ahí a sus puntos de entrega, a menudo en aviones más pequeños y en camiones en el paso final. Por cierto que no es verdad que todos los paquetes que mueve FedEx pasan por su gran centro principal en Memphis, ya que hay vuelos directos entre centros más pequeños cuando hay tráfico suficiente para llenar los aviones más grandes. Pero sí puede pasar que un paquete se de una vuelta por Memphis si no hay una ruta más directa.

Una cosa interesante que hacen estas empresas es usar, en la mayor parte de los casos, aviones que las aerolíneas ya no usan porque los han sustituido por aviones que consumen menos combustible, aunque convenientemente convertidos en cargueros. Esto es así porque estos aviones se pueden comprar relativamente baratos y esto les permite a las empresas de mensajería evitar la necesidad de tenerlos volando el mayor número de horas posible para amortizarlos; así pueden priorizar la logística sobre la amortización y permitirse tenerlos en tierra a la espera de que lleguen los paquetes de las oficinas locales y de los centros de distribución más pequeños.

Otro truco que hacen es usar aeropuertos intermedios para repostar en los vuelos más largos, pues aunque los aviones que usan podrían ir sin escalas de un aeropuerto en Estados Unidos a otro en Japón, por ejemplo, eso implica llevar más combustible a bordo y por tanto menos carga; les sale más a cuento parar a repostar.

Un impresionante ejercicio de logística que se repite a diario.

(Gracias, Javier).

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