Este vídeo da una idea de lo que es vivir una descarga de agua desde el punto de vista del copiloto de un «botijo» del 43 Grupo de Fuerzas Aéreas, aunque nada puede igualar las sensaciones de estar allí dentro.
Sería genial que se quedaran sin trabajo, pero mientras tanto las tripulaciones del 43 Grupo y de las unidades similares de otras fuerzas aéreas que se dedican a la lucha contra incendios hacen cosas por las que en la academia en la que aprendieron a volar les reñirían.
Cosas como volar despacio, con el avión cargado a tope, cerca del suelo, a menudo hacia montañas, y en condiciones de visibilidad reducida. Y eso por no hablar de la presencia de otras aeronaves en las proximidades con las que tienen que coordinarse.
En Tan solo ha sido un accidente hay una reflexión de un piloto del 43 Grupo con más de veinte años de experiencia acerca de lo que significa volar, aunque se aplica a toda aquella persona que pilota una aeronave. También lo tenéis en Twitter como @ManusLinux.
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