El líder de escuadrón Martin Pert, líder a su vez de los Red Arrows, la patrulla acrobática de la Royal Air Force, explica en este vídeo los conceptos básicos del vuelo en formación, que básicamente son similares a los de conducir manteniendo la distancia con el coche que te precede, sólo que a varios cientos de kilómetros por hora y con la complicación extra de que hay que tener en cuenta también la altura.
Básicamente el objetivo de cada piloto de la patrulla es mantener su posición respecto al avión que le sirve de referencia, siempre confiando en que éste no se va a salir de la «caja» de aire que tiene reservada. De este modo son capaces de volar a distancias de entre 2 y algo menos de cuatro metros entre ellos.
Los únicos momentos en los que hay movimiento relativo entre los aviones son aquellos en los que cambian de formación, maniobra para la que cada piloto tiene memorizada una «ruta de escape» que le asegura que no va a colisionar con el avión de ningún otro compañero.
Todos ellos dependen de que el líder de la patrulla mantenga la altura y rumbos adecuados* y de que les vaya indicando por radio lo que va a hacer y cuando lo va a hacer. Por eso Pert habla de forma tan rítmica por la radio.
Obviamente todo esto va acompañado por meses y meses de entrenamiento además de por el hecho de que sólo los mejores entran en las patrullas acrobáticas.
El vuelo en formación se usa también para vuelos regulares en los que una escuadrilla vuela junta o cuando un líder y su punto vuelan en pareja; también es una habilidad necesaria para los repostajes en vuelo, en los que es necesario reducir al mínimo el movimiento relativo entre aeronaves.
*Una formación de cuatro Hispano Aviación HA-200 Saeta de la Academia General del Aire se estrelló en el Mar Menor el 11 de julio de 1975 cuando el líder perdió la referencia de la altura a la que estaba volando y se estampó con el mar. Los otros tres aviones lo seguían tan de cerca y tan centrados en su trayectoria que se fueron al mar con él. Ninguno de los pilotos sobrevivió.