Por @Alvy — 11 de junio de 2009
No es un paradisíaco aeropuerto del Caribe, sino un habitual aterrizaje en el aeropuerto de Empuriabrava, en Girona, un sitio donde se suele practicar el paracaidismo.
Roberto Plà nos contó que este tipo de fotos son frecuentes allí, porque la carretera C-68 pasa a escasos metros de la cabecera de pista (o viceversa, ver mapa). Así que tanto mérito tiene el fotógrafo como el conductor del coche, que ajustó su velocidad para poder captar el momento justo.
El avión es un De Havilland DHC6-200 Twin Otter.