Por @Wicho — 21 de febrero de 2021

El vuelo UA328 de United Airlines con origen en Denver y destino Honolulu del 20 de febrero de 2021 perdió un motor al poco de despegar. Pero gracias a la profesionalidad de la tripulación y de los controladores pudo aterrizar sin mayores problemas de vuelta en Denver unos 15 minutos después de declarar emergencia.

Fue un fallo no contenido del motor número 2 –el del ala derecha– cuya causa habrá que investigar, aunque en algunas de las imágenes se ve que falta un álabe del ventilador frontal. Los motores de los aviones están diseñados para contener los fallos en la medida de lo posible. Esto quiere decir que no deben salir piezas disparadas, o que si lo hacen sea en el menor número posible. Pero en este caso partes del carenado cayeron sobre el barrio de Broomfield, aunque afortunadamente sin causar daños personales.

El avión involucrado era el Boeing 777-222 con matrícula N772UA, equipado con motores Pratt & Whitney PW4077.

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Curiosamente el mismo día un Boeing 747 de carga de Longtail Aviation sufría un incidente similar al despegar del aeropuerto de Maastricht rumbo al aeropuerto JFK de Nueva York. En este caso era un 747-412 (BCF) con motores PW4056.

En este caso fue el motor número 1 –el motor externo el ala izquierda– el que sufrió el fallo, dejando caer lo que parecen partes del compresor sobre Meerssen. Aparte de los daños materiales al parecer dos personas resultaron heridas. Tras permanecer algo menos de una hora en el aire para poder verter combustible y no aterrizar pasado de peso el avión tomó tierra en Lieja sin mayor problema.

Los incidentes no parecen relacionados más allá de que son sendos fallos de motores de la familia PW4000, aunque de variantes diferentes; hasta los fallos están situados en distintas partes: el ventilador frontal en el caso del vuelo de United Airlines, el compresor en el caso del de Longtail Aviation.

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