Por @Alvy — 11 de junio de 2019

Este divertidísimo vídeo de Half as Interesting explica con humor del fino cómo son por dentro los Boeing E-4B, nombre abreviado de los Boeing E4 Advanced Air Command Post, nombre en código Nightwatch («Guardia de la Noche»). Se construyeron cuatro de ellos modificando unos Boeing 747-200 y aunque deberían haber sido retirados en 2015 ahí siguen.

Los Boeing E-4B son básicamente el sitio en el que los mandamases de los Estados Unidos, ya sean el presidente, secretario de defensa y los jefes militares –o sus sucesores– viajarían de un lugar a otro en caso de Apocalipsis militar. Costaron unos 350 millones de dólares, el doble que un avión normal, y llevan básicamente de todo: aislamiento electrónico para soportar el pulso electromagnético de una explosión nuclear, bloqueo de radiación… Baste decir que también son completamente analógicos, para que un fallo en la electrónica no los tumbe. Puede repostar en vuelo y mantenerse en el aire hasta una semana sin aterrizar.

Desde fuera lo más llamativo es que tienen escalera propia y muestran una especie de chepa que es un radomo para garantizar las comunicaciones. Comunicaciones que por cierto son de todas las variantes posibles: radio de baja frecuencia, alta frecuencia, ultra-alta frecuencia, satélite… «hasta señales de humo», bromea el narrador.

En su interior caben hasta 112 personas, por lo que lógicamente en un escenario chungo-apocalíptico habría hostias para entrar. Pero eso sí, que no falten las azafatas, porque en el interior también hay espacio para ellas además de los pilotos y otros técnicos. La zona principal es como una gigantesca oficina, una especie de Pentágono en miniatura. Otros «agraciados» serían los 17 periodistas que podrían viajar como representantes de la prensa (tienen sala y todo). Y todo para narrar a la población presumiblemente diezmada por las armas nucleares qué tal contempla desde los cielos el presidente la situación a cada momento.

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