Planta de emsamblado de los 787 - boeing
Según cuenta Randy Tinseth, vice presidente de marketing de Boeing Commercial Airplanes, en Getting the job done, todos los Boeing 787 que ya habían sido entregados a ocho aerolíneas tienen ya instaladas las baterías y sistemas de protección modificados diseñados a raíz del incendio de sendas baterías en un 787 de JAL y otro de ANA.
Las modificaciones han consistido fundamentalmente en la instalación de aislante entre las distintas celdas de la batería y poner esta en una caja ignífuga conectada con el exterior para que los gases procedentes de una posible combustión sean expulsados directamente, amén de algunos cambios en los procedimientos de monitorizado del sistema eléctrico y de operación del avión.
Una de las nuevas baterías
Ethiopian Airways fue la primera de las aerolíneas afectadas en devolver el 787 al servicio y se espera que ANA, que fue el cliente de lanzamiento del 787, y que será la última en devolverlos al servicio, haga lo propio el 1 de junio.
Los incendios de las baterías provocaron la paralización de toda la flota mundial de 787 a principios de enero de 2013, y no fue sino hasta finales de abril cuando las autoridades competentes les volvieron a dar permiso para volar, aunque el tiempo necesario para instalar los kits de modificación en los aviones entregados y de reintegrarlos a la programación de las aerolíneas han retrasado hasta ahora su reincorporación al servicio.
No hay que olvidar, de todos modos, que aún no se ha podido averiguar la causa del incendio de las baterías, por lo que sólo el tiempo dirá si la solución propuesta por Boeing y aprobada por la FAA es válida o no.