Un Boeing 747-8HV(F) saliendo de Frankfurt – Wicho
No es ninguna sorpresa porque hace mucho que no recibe ningún pedido. Pero ya es oficial: Boeing dejará de fabricar el 747 en 2022. No ha habido un anuncio como tal pero es uno de los datos que contiene el comunicado del director general a los empleados titulado Boeing CEO Updates Employees on Quarterly Results and Market Realities.
En concreto dice «Mientras que nuestros ritmos de producción de 767 y 747 permanecen sin cambios, a la luz de la actual dinámica del mercado y las perspectivas, completaremos la producción del icónico 747 en 2022. Nuestro compromiso con el cliente no termina con la entrega, y continuaremos dando soporte las operaciones del 747 y su mantenimiento en el futuro.»
Lo de los ritmos de producción viene de que Boeing ha reducido el ritmo de producción de todos sus demás aviones comerciales para adaptarse al mundo post aparición de la COVID–19. Y, aunque el comunicado no lo menciona, para seguir minimizando el impacto del fiasco del 737 MAX.
Así el ritmo de producción de 737 irá aumentando de forma más lenta de lo previsto hasta alcanzar los 31 al mes a principios de 2022 frente a los 52 que producía en la primavera de 2019 con idea de llegar a los 57. El 777/777X tendrá un ritmo de producción de dos unidades al mes en 2021 frente a los cinco y medio de antes de la crisis. Y producirá seis unidades al mes del 787 frente a los 14 de antes. Incluso se plantea cerrar una de las dos líneas de producción de este modelo.
Esto quiere decir que los plazos de entrega para las aerolíneas o las empresas que les alquilan aviones se van a alargar aún más. Pero tampoco es que en este mundo covidiano haya una demanda fortísima.
Esto se une a una reducción de plantilla que sólo en los Estados Unidos va ya por las 6.000 personas –y contando– y a unos resultados económicos cuando menos preocupantes, pues ha perdido 2.042 millones de dólares sólo en el segundo trimestre de 2020. Por no mencionar los 382 pedidos cancelados frente a 59 nuevos encargos, lo que da un saldo de -323 aviones vendidos en lo que va de año.
Su gran competidor, Airbus, ha reducido también ritmos de producción y ha anunciado su intención de hacer hasta 15.000 despidos en todo el mundo.
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