Tewolde Gebremariam, presidente de Ethiopian Airlines, en el lugar del accidente del vuelo 302 de la aerolínea – Vía Ethiopian Airlines
En enero de 2021 Boeing alcanzó un acuerdo con el Departamento de Justicia (DoJ) de los Estados Unidos para abonar 2.500 millones de dólares –unos 2.000 millones de euros– por los dos accidentes del Boeing 737 MAX que causaron 346 muertes. El acuerdo dejaba en suspenso el caso y si en tres años Boeing cumplía con lo estipulado en él el Departamento de Justicia desistiría del caso. Pero los fiscales creen ahora que la empresa no ha cumplido.
En virtud del acuerdo Boeing tenía que diseñar y poner en marcha un programa de acción para prevenir futuras infracciones de seguridad. Y a tenor de lo visto con el 737 MAX de Alaska Airlines que perdió un tapón del fuselaje en pleno vuelo dese luego que no parece que lo haya hecho. Aunque tampoco es la única ocasión en la que Boeing ha tenia problemas con la fabricación de sus aviones en estos tres años.
Los tres años del acuerdo terminaban el 7 de enero. Y lo del avión de Alaska Airlines sucedió el día 5. Pero eso tampoco es determinante ya que el Departamento de Justicia disponía de seis meses a partir de la fecha de vencimiento para decidir si Boeing había cumplido o no.
Esta decisión permite que, llegado el caso, el DoJ pueda ir de nuevo por la vía criminal contra Boeing; y es una noticia que ha sido bastante bien recibida por las familias de las víctimas de los accidentes del MAX. Lo que no es de extrañar porque el acuerdo de 2021 era poco más que una chaparreta en el culo para Boeing.
La empresa tiene hasta el 13 de junio para responder. Luego, en julio, un juez de Texas, que es dónde se firmó el acuerdo, tendrá que decidir si está de acuerdo con el Departamento de Justicia.