Un 787 de United Airlines despegando de Londres – Wicho
Tras una pausa de cinco meses Boeing ha retomado la entrega de 787 con un 787-9 entregado a United Airlines el pasado 26 de marzo. En total se le habían acumulado algo más de 80 ejemplares que se sumaban a las más de 400 unidades de 737 MAX que no pudo entregar entre marzo de 2019 y diciembre de 2020.
Y es que en poco tiempo habían salido a la luz hasta tres problemas distintos que afectaban a la producción del 787: uno que afectaba al encaje de unas secciones del fuselaje con otras; otro con el ensamblado del timón de dirección; y uno más que afectaba al timón de profundidad.
Ninguno de los tres suponía un peligro inmediato para quienes viajaban en el 787 pero todos ellos podían hacer que los aviones duraran menos de lo previsto. Por eso Boeing se vio obligada a repasar registros de producción de los aviones entregados para determinar cuales se podían ver afectados y a repasar los que tenía pendientes de entrega.
Pero desde luego no fueron buenas noticias para Boeing, que además del fiasco del 737 MAX, que hizo que durante algo más de un año y medio no pudiera volar, tiene también problemas con el avión nodriza KC-46 Pegasus, con la cápsula espacial tripulada Starliner, y con el cohete SLS que está desarrollando para la NASA.
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