Por @Wicho — 26 de febrero de 2013
Lo comentan en 5 Ways Airlines Can Improve Customer Service Now, y está muy enfocado a los Estados Unidos, pero siendo el mundo como es en la actualidad, también vale perfectamente en muchos otros sitios:
- Poner unos mínimos de ancho de asiento y de espacio entre filas que se adapten a las medidas de los seres humanos y no a las de las sardinas.
- Ser claros con las tarifas, no en el sentido de explicar cómo es posible que sea más barato ir de La Coruña a Londres vía Madrid que en un vuelo directo, sino a la hora de poder escoger a la hora de sacar el billete opciones de servicios a bordo como el WiFi y similares, para no llevarnos sorpresas a la hora de llegar al aeropuerto o tener que decidir cosas con prisas y sobre la marcha en pleno vuelo.
- Incluir las políticas de trato al cliente en caso de retrasos, cancelaciones, y similares, en el contrato que supone el billete, no sólo en sus normas internas.
- Escribir las condiciones de transporte en un lenguaje inteligible.
- Seguir la ley y no buscar trampas para escurrir el bulto como echar la culpa de retrasos a otros sin que el pasajero pueda hacer nada, o dejar hasta el final el aviso del recargo por pago con tarjetas de crédito.
Sí, ya estoy oyendo las risas.