Pues tras cubrir los motores, sensores, y otras partes en las que no quieren que entre agua, con mangueras, unos buenos cepillos, jabón, y trajes de aguas para no mojarse (demasiado). Es una operación que lleva unas cinco horas en un 737.
Lo curioso es que no se realizan tanto para que el avión esté bonito sino para que los inspectores que al día siguiente del lavado vienen a hacer una inspección C, que tiene lugar aproximadamente cada 18 meses en los 737 de Sothwest, y que implica una inspección exhaustiva de la estructura, los sistemas y las zonas interiores y exteriores del avión, se encuentren con que las partes que tienen que revisar antes de que esta empiece estén limpias y no cubiertas de porquería.
La panza, y en especial el tren de aterrizaje y sus compartimentos, son lo que más se ensucia.
(El enlace nos llegó bien limpito desde The Presurfer centrifugado por Neatorama).