Pues no, por supuesto que no se corta lo que sobra ni nada parecido: se utiliza un gato que levante el morro lo suficiente como para que el timón pase por la puerta sin que la cola toque el suelo:
Y una vez dentro se baja, habiendo tenido antes la precaución de sacar los paneles necesarios del techo para que la deriva no se empotre en este:
Se encontró con este probema Dan-Air Engineering a la hora de hacerse cargo del mantenimiento de los Boeing 737-400 de Novair, pues su deriva es más alta que la de otros modelos de la gama.
Para sacarlo, se repite el proceso a la inversa.
(Las fotos son de Ken Fielding y están publicadas en Airliner Reporter; nos pasó el enlace @JoseM_SGP).