Si alguna vez te ves en la necesidad de hacerte con los mandos de un McDonnell Douglas (ahora Boeing) F-15C Eagle este vídeo es un primer paso*. En él la coronel retirada de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos Andrea Themely explica los distintos controles de la cabina del caza y qué funciones cumplen.
Bueno, no explica todos, todos, porque son más de 250, sino que explica qué hace cada grupo de ellos.
Comienza por los de color negro y amarillo, que básicamente son para emergencias. Dos asas permiten activar el asiento eyectable; un botón redondo permite dejar caer de una vez todas las cargas externas que lleva el avión por si por algún motivo fuera necesario aligerarlo de peso y reducir su resistencia aerodinámica. Hay además un interruptor de emergencia que permite obtener aproximadamente un 2% más de potencia del motor pero está protegido por una tapa que a su vez va sujeta por un alambre. Y es que en principio no se puede usar ya que después hay, básicamente, que reconstruir los motores. Hay otro interruptor más que permite abrir la cabina mediante unas pequeñas cargas pirotécnicas si el mecanismo de apertura habitual no funciona y hay que salir por patas.
Otro interruptor que menciona que se usa en ciertas situaciones de emergencia, aunque no está pintado de negro y amarillo, es el del gancho de cola. El F-15 no opera desde portaaviones pero tiene un gancho de cola con el que puede enganchar un cable colocado a lo ancho de la pista si tuviera que aterrizar sin frenos o con algún problema en el tren de aterrizaje. Es el mismo procedimiento que usan, pero en este caso de forma habitual, los aviones a reacción embarcados en portaaviones.
La coronel pasa luego a describir el concepto HOTAS que se aplica en el F-15 y en otros aviones modernos. Son las siglas de Hands On Throttle And Stick, de Manos en la palanca y los gases. La idea es que los controles principales del avión cuando está en vuelo están agrupados en la palanca de mando y en la palanca de gases. Cada botón tiene una forma distinta para que se puedan distinguir al tacto sin necesidad de apartar la vista del exterior.
En el F-15 las dos palancas tienen botones para controlar el radar y las armas y las pantallas multifunción principales, así como para expulsar contramedidas (bengalas y reflectores antirradar) para protegerse contra ataques. La palanca de mando incluye también el botón para ajustar el avión para que mantenga vuelo estable, ajuste que hay que ir cambiando según la velocidad. Y el gatillo que dispara el arma seleccionada en cada momento.
En el panel frontal están los botones que permiten ajustar el HUD –el cristal que hay delante del piloto sobre el que se proyectan los datos fundamentales del vuelo, aunque en algunos F-15 esa información también se proyecta en el visor del casco– y cosas como la radio.
Otra cosa que puede ajustar a su gusto la persona que vaya a volar en el avión es la temperatura de la cabina. El avión controla por su parte automáticamente la presión del aire, de tal forma que aunque esté volando casi a 17 kilómetros de altura, que es su techo, el equivalente en cabina nunca es superior e los 3 kilómetros. En este sentido el F-15 es como cualquier avión de pasajeros normal, aunque en los aviones de pasajeros la altitud de cabina es aún menor.
Las pantallas, que permanecen apagadas durante todo el vídeo porque lo que muestran es información clasificada, sirven para que la persona al mando sepa lo que pasa a su alrededor, reciba información de otros aviones en su formación o de su bando, esté al tanto de cualquier posible amenaza, etc.
Claro que por muchas pantallas que haya eso no evita que haya tres instrumentos de reserva que funcionan independientemente de ellas: un altímetro, un velocímetro, y un horizonte artificial. Los dos primeros funcionan sin necesidad de electricidad; el horizonte artificial sí la necesita y por ello lleva una batería que le permite funcionar durante nueve minutos por si las moscas. Eso sí, en caso de tener que recurrir a ellos hay que buscar urgentemente un sitio en el que aterrizar o en el que eyectarse ya que el avión está probablemente muy maltrecho.
Los indicadores de los tres sistemas hidráulicos –independientes y redundantes– también son tradicionales (de aguja y esfera), igual que el indicador de combustible. Y es que a fin de cuentas el F-15C entró en servicio en 1976, aunque ha ido recibiendo mejoras desde entonces según el presupuesto lo ha ido permitiendo. Los aviones más modernos como el F-15E, sin ir más lejos, tienen más cristal en las cabinas.
Una cosa que parece absolutamente anacrónica en la cabina, aún a pesar de sus indicadores analógicos, es el inyector de aire acondicionado en la cabina; es una rejilla que recuerda a la de cualquier coche… de hace 40 ó 50 años.
En cualquier caso, en opinión de la coronel Themely, la cabina del avión está muy bien diseñada para que quien lo esté volando tenga todo siempre a mano y para facilitarle las cosas. Las horas y horas de entrenamiento también ayudan, claro.
*En realidad no, ni de broma. Pero uno puede soñar.
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