Por @Alvy — 14 de marzo de 2014

Pues no hacen falta grandes dotes de deducción para adivinarlo. La destrucción está casi asegurada; pero es mejor si se comprueba empíricamente; si todo falla al menos se puede conseguir un bonito vídeo.

El primer modelo que prueba este aficionado con su cuadricóptero casero acaba con el trasero enterrado bajo la nieve – pero sorprendentemente el aparato mantiene su integridad (!) A partir de ahí el intrépido diseñador prueba a incorporarle un sistema de flaps que frena la caída, un sistema de estabilización de emergencia, una función para «volver a casa» automática… Interesantes avances para salvarlo en situaciones críticas, muchos de los cuales funcionan bien.

Pero el último aterrizaje es un completo desastre: tiene tan mala suerte que aterriza en una zona asfaltada de un paisaje completamente nevado donde cualquier otro sitio le hubiera podido servir de amortiguación… ¡Ouch!

En fin, niños: ¡no hagáis esto en casa con vuestro cuadricóptero! Con gran probabilidad os quedaréis sin él, seguramente sin vídeo molón y a lo peor le hacéis un buen chichón a alguien en la cabeza.

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