A -40 grados centígrados
Una de las muchas pruebas por las que tiene que pasar un avión durante el proceso de obtención de su certificado de tipo, que es lo que le permite entrar en servicio, es la de cómo se porta en temperaturas extremas.
Para ello puedes enviarlo a sitios muy fríos y muy cálidos, o bien enviarlo a un sitio como el Laboratorio Climático McKinley en la Base de la Fuerza Aérea Eglin.
Su edificio 440 incluye una sala de pruebas que mide 77 metros de ancho por 61 de fondo y 21 de altura que puede ser sellada y en la que se puede llevar la temperatura de los -40 a los 45 grados celsius, con diferentes grados de humedad.
Según se puede leer en The A350 XWB goes “hot and cold” during climatic testing in Florida uno de los prototipos del Airbus A350 ha pasado recientemente por allí para ser sometido a sus correspondientes pruebas de frío y calor.
Durante estas se pusieron a prueba tanto los sistemas de entretenimiento a bordo como los de aire acondicionado, sus cocinas, y sistemas de agua y de gestión de residuos, incluyendo pruebas con los motores en marcha, para lo que hubo que encadenar el avión al suelo.