Si te paras a pensarlo, viajar en avión es todo un logro de la tecnología: ofrece la posibilidad de tomarte un delicioso zumo de tomate mientras te desplazas a 900 km/h a una altura en la que difícilmente podrías sobrevivir y a la vez que se desafía constantemente a la implacable gravedad.
En cambio durante un vuelo comercial lo que uno tiende a pensar más que ninguna otra cosa es en la terrible incomodidad de los asientos debido básicamente a la estrechez lateral y longitudinal, algo que va más allá del simple hecho de pretender volar barato.
Y de este modo volar, el que fuera el sueño del hombre durante miles de años, se convierte en pesadilla en cuanto el pasajero de delante reclina su asiento.
Así que después de mi último vuelo y mientras trataba de recuperar la sensibilidad perdida en las piernas me pregunté si alguien había tenido una idea mejor en lo que a asientos "normales" de aviones se refiere; no a sillones-cama del tamaño de un utilitario, sino a algo intermedio entre eso y los asientos habituales de las clases turista; a una disposición óptima y más inteligente de los asientos convencionales.
Estos asientos de Thompson Aero Seating podrían ser la respuesta, o al menos son un intento de ser la respuesta a la incomodad en la disposición de los asientos en los aviones. Mantienen la configuración de tres asientos --que tiene buena culpa del infierno que es este asunto-- pero con una distribución escalonada, de tal modo que los pasajeros no se sientan uno pegado al otro sino ligeramente desplazados longitudinalmente.
Esto significa que igualmente llevas un pasajero al lado, pero no encima, ni pegado ni tocándote ni compitiendo por el mismo apoyabrazos.
También significa que el pasajero de la ventana puede entrar y salir sin obligar a los otros dos a levantarse; el pasajero del medio tampoco tiene que salir a través del pasajero que se sienta junto al pasillo, sino por delante de éste.
Según Thompson Aero Seating sus asientos proporcionan espacio adicional a cada pasajero sin renunciar al mismo número de asientos por cada fila; ofrece más espacio en los hombros y dos apoyabrazos independientes para cada plaza.
Otra cosa es que se reduce el número de filas de asientos que se pueden apiñar en un avión, y las compañías aéreas adoran apiñar filas.
La mala noticia es que al parece esta propuesta de asientos Thompson Aero Seating, demoninados Cozy Suite, llevan ya varios años dando vueltas y por ahora no parece que vaya a despegar.
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