Por @Wicho

El 2 de febrero de 1970 el F-106A Delta Dart del mayor Gary Foust entró en una barrena plana durante un vuelo de entrenamiento a unos 40.000 pies de altura.

Tras intentar recuperar el control por todos los medios, incluyendo el de desplegar a la desesperada el paracaídas de frenado, el mayor Foust se vio al final obligado a usar el asiento de eyección a unos 3.000 pies de altura.

Justo después el avión, probablemente debido al cambio de su centro de gravedad y a la disminución de su peso, salió de la barrena, siguió volando unos cuantos kilómetros, y acabó aterrizando sobre su panza en un campo de trigo, sufriendo sólo daños mínimos gracias, en parte, a la capa de unos 15 centímetros de nieve que lo cubría.

Vista aérea del campo y el avión en la que se ve la trayectoria que siguió al aterrizar
El Cornfield Bomber en el campo en el que aterrizó – Fuerza Aérea de los Estados Unidos

El dueño del campo, que se acercó rápidamente con la idea de ayudar al piloto, alucinó al encontrarlo vacío y con el motor en marcha y la electrónica de la cabina encendida. Luego, por aquello de no tocar donde no sabes, y de acuerdo con el jefe de policía local, decidieron esperar a que se parara el motor, lo que aún tardó un par de horas en suceder.

El avión fue recuperado por personal de las Fuerzas Aéreas, reparado, y vuelto a poner en servicio. Y de hecho el mayor Foust volvió a volar en ese mismo avión.

Lo que no se explica aún hoy en día es por qué el avión fue bautizado como «El bombardero del campo de maíz», Cornfield Bomber, cuando ni es un bombardeo ni el campo era de maíz.

Hoy en día está expuesto en el Museo Nacional de la Fuerza Aérea de Estados Unidos.

(Gracias por la pista, @adriantihero).

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