Por Nacho Palou — 25 de julio de 2017
Volar aviones teledirigidos gigantes es una hobby extraño: son caros y son difíciles de construir, pero son demasiado fáciles de destruir.
Después de ver la maravilla que es este espectacular y detallado Junker Ju-52 teledirigido, lo bien que vuela y lo mal que aterriza.