Por @Wicho — 16 de abril de 2008

Lo que más me asombra de viajar en avión no es el que estos sean capaces de levantar el vuelo sino el hecho de que casi siempre las maletas y demás bultos facturados por los pasajeros lleguen al mismo destino y en el mismo día que ellos.

En este proceso intervienen los Sistemas Automatizados de Tratamiento de Equipajes, que son una pieza fundamental del funcionamiento de los aeropuertos, en especial de los más grandes en los que se realizan miles de transbordos al día.

En estos aeropuertos estos sistemas llegan a tener literalmente decenas de kilómetros de cintas transportadoras y unos sistemas de control tremendamente sofisticados que en más de una ocasión han dado verdaderos quebraderos de cabeza a sus responsables, como por ejemplo sucedió en su momento en el aeropuerto de Denver, que vio retrasada en más de un año su inauguración por los problemas con este sistema, o hace pocos días en la nueva Terminal 5 del aeropuerto de Heathrow en Londres, que en su primer día de funcionamiento tuvo que sufrir las consecuencias de los fallos de este sistema.

De todos modos, después de leer en la anotación SATE en Juan de la Cuerva una descripción del proceso que sigue cada pieza de equipaje facturado en cuanto desaparece por detrás del mostrador de facturación, la verdad es que uno casi acaba por entender que de vez en cuando pasen cosas como esta:

Asa sin maleta
Asa sin maleta

Aunque bien pensado en este caso el SATE funcionó a la perfección, ya que el asa efectivamente estaba en el aeropuerto de Palma de Mallorca, que es el destino que indica la etiqueta ;-)

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