Por @Wicho — 16 de septiembre de 2020

Interior de la cabina durante los vuelos de pruebaUna breve nota de prensa en la web de la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA por sus siglas en inglés) informa de que ha completado sus vuelos de prueba de cara a la vuelta al servicio del Boeing 737 MAX: EASA completes its Boeing 737 MAX test flights.

Esos vuelos tuvieron lugar en la semana del 8 de septiembre de 2020 y partieron del aeropuerto de Vancouver en Canadá debido a las restricciones de viaje que están en vigor a causa de la pandemia de COVID–19. Las pruebas de la EASA, que han incluido sesiones de simulador además de vuelos reales, se unen a las de Transport Canada y las de la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA).

La EASA presentará los datos y otra información reunida durante los vuelos en la reunión de la Junta Conjunta de Evaluación de Operaciones (JOEB) que está teniendo lugar esta semana en Gatwick, en el Reino Unido. Durante esta reunión se analizarán a fondo los cambios propuestos por Boeing en el entrenamiento de las tripulaciones del 737 MAX para cubrir los cambios en el funcionamiento del avión tras los accidentes de los vuelos Lion Air 610 y Ethiopian Airlines 302 que acabaron con la prohibición de que el modelo volara en ningún lugar del mundo.

Los resultados de esta reunión serán compartidos con la FAA, que los usará como guía en la aprobación de los programas de formación de tripulaciones del modelo así como en los programas de comprobación de competencia de las tripulaciones.

Será entonces cuando Steve Dickson, el director de la FAA, que antes de ocupar el puesto pilotaba Boeing 737 para Delta, complete la formación sugerida y lleve a cabo un vuelo para evaluar su resultado. Dickson aportará sus impresiones a la FAA, que las usará para ayudar a decidir si todo está bien en lo que se refiere a la formación de las tripulaciones del «nuevo» 737 MAX.

La FAA está también pendiente de que termine el plazo de alegaciones a su plan para la vuelta al servicio del MAX. Ese plazo termina el 21 de septiembre.

Si todo va bien la idea es que con la información obtenida de la JOEB acerca de la formación, las aportaciones públicas al plan de vuelta al servicio del MAX, y las aportaciones que haga una junta independiente que incluye personas expertas de distintas agencias y organismos la FAA pueda publicar finalmente una directiva de aeronavegabilidad que exponga todo lo que es necesario para que el MAX vuelva al servicio. Esa directiva informará a los operadores del avión de las medidas correctivas necesarias antes de que las aeronaves puedan volver a entrar en servicio comercial.

Con la directiva publicada la FAA podrá entonces retirar la orden que impide volar al Boeing 737 MAX, siempre a expensas de que las aerolíneas cumplan con lo especificado en la directiva.

No hay plazos firmes para esto pero quizás podemos estar hablando de entre 30 y 60 días para el primer vuelo comercial de un MAX una vez publicada la directiva.

Esto es en los Estados Unidos, claro. Queda por ver cómo y cuando el resto de las autoridades del mundo autorizan la vuelta al servicio del MAX.

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