La gente de DARPA (el departamento que ha inventado cientos de armas mortíferas de todos los calibres, además de Internet) ha desarrollado una tecnología robótica aplicada a los helicópteros que los permite aterrizar en prácticamente cualquier sitio. Las patas son similares a las de los robots que caminan y se adaptan al terreno: se expanden y contraen según es necesario para mantener estabilizado el aparato.
Cada una de las patas lleva un sensor y calcula el ángulo adecuado para mantener el equilibro, aunque no está claro cuán automático es el sistema o si el piloto juega un papel importante (probablemente en los modelos a tamaño real sí que lo será). Gracias a ello puede aterrizar en terrenos inclinados o rugosos, algo que no es tan fácil para los helicópteros actuales – aunque los hay hasta que se sumergen en las aguas.