En diciembre de 2016 Airbus inició el ensamblaje final del Beluga XL, la última versión del gigantesco tipo de avión de carga que la compañía utiliza desde hace 25 años para transportar hasta Toulouse las secciones de fuselaje que se fabrican en distintos países de Europa para otros modelos de Airbus.
En 1969 Airbus comenzó a producir el A300B, cuyas partes eran ya demasiado grandes para el transporte por tren, como se había hecho hasta entonces. «De modo que la única opción que quedaba era recurrir al transporte aéreo» dice Felix Kratch, antiguo directivo de Airbus. Durante 25 años Airbus empleó un Super Guppy fabricado por Aero Spacelines sobre la base de un Boeing 377.
«El Super Guppy nos permitió consolidar nuestro proceso de fabricación» conectando Francia con Gran Bretaña, Alemania y España, y se convirtió en una herramienta esencial para la compañía. A principios de los años de 1990 Airbus comenzó a desarrollar su propio avión de carga, de mayor capacidad y específicamente adaptado a las necesidades de la compañía.
El 13 de septiembre de 1994 despegó el primer Beluga, notablemente mayor y más capaz que el veterano Super Guppy. La primera generación de Beluga, la actual, está basada en el A300-600 con apellido ST (Super Transporter). Mide 56,2 metros y tiene una capacidad de carga de 47 toneladas. A pesar de esos los pilotos lo describen como una avión “dócil y fácil de controlar”. Entre 1996 y 1998 entraron en servicio cuatro Belugas, y en 2001 el quinto.
En 2014 Airbus decidió desarrollar el Beluga XL basándose en el A330-200. Esta segunda generación es la que a finales de 2016 entró en su fase final de montaje y está previsto que entre en servicio en 2019. Con 63,1 metros de largo tiene una capacidad de carga mayor que la de cualquier otro Beluga, pudiendo llevar en su vientre hasta 53 toneladas de carga. Cinco Beluga XL reemplazarán a la flota actual de Belugas, los cuales dejarán de prestar servicio en 2025.