Daños ocasionados por el fuego
Tras los problemas que han tenido los Boeing 787 con sus baterías de iones de litio, que llegaron a tener a toda la flota mundial de este modelo parada durante algo más de tres meses, cualquier noticia en la que un 787 sea mencionado a causa de un incendio hace saltar todas las alarmas.
Así que cuando el viernes 12 de julio de 2013 un 787 de Ethiopian Airlines se incendió en el aeropuerto de Londres mientras estaba aparcado en un remoto a la espera de su siguiente vuelo la primera pregunta que nos hicimos muchos fue la de si sería de nuevo un fuego provocado por estas baterías, que han sido modificadas para evitar y contener incendios aún cuando no se sabe todavía la causa del incendio de las baterías de un 787 de JAL y otro de ANA que fueron las que provocaron la retirada del permiso de vuelo al 787.
Pero en este caso, teniendo en cuenta que las baterías en cuestión se ubican bajo el suelo en el morro y entre las alas, parece poco probable que hayan sido la causa de este incendio, que por lo que se puede ver ha afectado a la parte superior del fuselaje, justo delante de la deriva.
Ubicación de las baterías del 787 - Ilustración vía Boeing
De todos modos, habrá que ver por qué se incendió ese avión, si tiene que ver con que estuviera enchufado a una de las tomas de corriente del aeropuerto, aunque todavía no ha trascendido si estaba activa o no, etc.
Irónicamente el avión incendiado en Londres, el ET-AOP, fue el mismo que realizó el primer vuelo después de que la FAA autorizara la vuelta al servicio de los 787 después de aprobar las modificaciones de las baterías propuestas por Boeing.