Restos del EgyptAir MS804 – Fuerzas Armadas de Egipto
A pesar de que durante el fin de semana del 21 y 22 de mayo de 2016 se aseguró en varias ocasiones que ya se habían recuperado las cajas negras del Airbus A320 accidentado el día 19 del mismo mes en el Mediterráneo no hay confirmación oficial de que esto haya sido así.
De hecho la profundidad del Mediterráneo en la zona en la que se están recuperando restos del avión, unos 2500 metros, hace presuponer que su localización pueda ser tirando a complicada, ya que está en el límite del alcance de la posible detección desde la superficie de la señal de las balizas sonoras que incorporan las cajas negras para cuando quedan sumergidas; por eso Egipto ha enviado a la zona un submarino del Ministerio del Petróleo, capaz de operar a una profundidad de hasta 3000 metros.
Mientras tanto unidades aéreas y de superficie de varios países siguen peinando la zona de búsqueda y recuperando restos flotantes de todo tipo.
Este fin de semana también se ha sabido que el Acars, un sistema automático que pasa mensajes de mantenimiento a los centros de operaciones de las aerolíneas, envió mensajes que indicaban la presencia de humo en uno de los lavabos del avión así como en la bodega de aviónica –la electrónica del avión– que está situada debajo de la cabina de mando; también envió mensajes acerca de una temperatura excesiva en las ventanas derechas de la cabina. Luego envió mensajes acerca de problemas con el piloto automático y con el sistema de control de vuelo.
Pero lo curioso es que el Acars apenas transmitió una decena de mensajes al respecto, y queda por ver qué indicaciones tenían los pilotos en cabina, ya que aunque los pilotos pueden usar el Acars para comunicarse con mantenimiento y con los controladores en principio los mensajes de error de este destinados a los servicios de mantenimiento no se muestran en las pantallas que manejan los pilotos.
Aún así un giro a la izquierda y el descenso rápido del avión que detectaron los radares militares griegos son consistentes con un incendio a bordo que obligara a los pilotos a buscar rápidamente una altitud en la que poder abrir las ventanillas de la cabina para despejar el humo, ya que el giro a la izquierda les permite descender sin tener que esperar autorización al llevarlos fuera de la vía aérea en la que estaban, eliminando el riesgo de chocar con otro avión que volara por ella.
Esto hace pensar en el vuelo 111 de Swissair, accidentado el 2 de septiembre de 1998 a causa de un fuego a bordo, aunque en este caso la tripulación tuvo tiempo de sobra de comunicarse con los controladores; quizás en el caso del EgyptAir todos los sistemas de comunicaciones estaban afectados por el fuego a bordo.
Así, la hipótesis del incendio descartaría la de una bomba, que al principio era la que más probable parecía por la repentina desaparición del avión.
Pero en realidad toca seguir esperando, como es la norma en el caso de un accidente de avión, con la esperanza de que las cajas negras terminen por revelar lo que pasó a bordo del MS804. Todo lo demás, mientras tanto, son suposiciones. Más o menos fundadas, pero suposiciones.