Este curioso vídeo muestra la velocidad de inflado y el tamaño de las rampas de salvamento de los aviones comerciales. Según las normativas de aviación, estas rampas que hacen las veces de toboganes deben inflarse en seis segundos, además de resistir el fuego durante al menos 90 segundos. Muchas veces cumplen una doble función como balsas salvavidas. También tienen que poder aguantar golpes y vientos extremos, de modo que están fabricadas de un material muy resistente.
El vídeo es una escena cotidiana de Aircraft End-of-Life Solutions, una empresa de los Países bajos que se dedica al reciclaje de los componentes de los aviones una vez terminan su vida útil, para que sean convenientemente reciclados. En YouTube hay otro vídeo de una rampa similar en las instalaciones de La Muñoza, en Madrid: Balsa salvamento.
Cuando en el avión se dan las voces (avisos) el críptico «armar rampas» que se oye al comienzo del vuelo va dirigido a las tripulantes de cabina situadas junto a las puertas y se traduciría a algo así como «activar las rampas de evacuación de modo que puedan inflarse en caso de emergencia». Cuando el avión ya está en tierra se utiliza «desarmar rampas» para indicar que se pueden desactivar de modo que no se inflen inadvertidamente o por error.