Por @Wicho — 3 de diciembre de 2022

Dos representantes de la NSTB caminan por delante de los restos del B-17, caídos en un campo
Personal de la NTSB inspecciona los restos del accidente – NBST

El pasado 12 de noviembre un B-17 Flying Fortress y un P-63 King Cobra chocaron durante el festival Wings Over Dallas. Las cinco personas que iban a bordo del B-17 y el piloto del P-63 murieron en el accidente. La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) acaba de publicar su informe preliminar sobre el accidente [PDF], así que por fin tenemos algunos datos.

El P-63 era el número 3 de una formación de tres cazas; el B-17 era el líder de una formación de cinco bombarderos. Según la información recabada por la NSTB el responsable del control aéreo del festival, conocido como air boss, ordenó a ambas formaciones que maniobrasen al suroeste de la pista para prepararse para su paso frente a la línea de la exhibición desde la que el público seguía el festival.

La idea era que los cazas pasaran a 150 metros de la línea y los bombarderos a 300. Para colocarse en posición el air boss ordenó a los cazas cruzar por delante de los bombarderos.

El problema es que esa maniobra no había sido preparada ni en las reuniones previas al vuelo ni en las comunicaciones de radio. Además, no se habían establecido alturas de vuelo separadas para las formaciones, que volaban si no a la misma altura sí a alturas muy similares.

El resultado, el accidente en el que el P-63, que estaba inclinado hacia la izquierda mientras viraba, chocó contra el lado izquierdo del B-17, justo detrás de la sección alar. Y la pérdida de dos aviones irreemplazables y seis vidas.

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