El avión siniestrado aterrizando en Hong Kong en agosto de 2015 – Kelvin Yu (Dominio público)
En cumplimiento con las normas de la Organización Internacional de Aviación Civil (OACI) la Administración de Aviación Civil de China (CAAC) ha publicado su informe preliminar sobre el accidente del vuelo 5735 de China Eastern Airlines. Como es habitual en un informe preliminar –a menos a tenor de la traducción de Chrome, ya que mi chino es más bien limitado– el informe sólo recopila los hechos conocidos y se guarda muy mucho de apuntar hacia ninguna causa.
Pero lo que más llama la atención es que no hay nada que llame la atención en ese informe:
La investigación indica que las cualificaciones de la tripulación de vuelo, de la tripulación de cabina y del personal de mantenimiento cumplían con los requisitos; que el certificado de aeronavegabilidad de la aeronave accidentada era válido; que no había informes de ninguna avería ni de ninguna avería diferida en el día del accidente; que no había carga declarada como mercancía peligrosa en el avión; que las instalaciones y equipos de navegación y monitoreo a lo largo de la ruta involucrada en este vuelo no presentaban ninguna anomalía, y que no había predicción de meteorología adversa peligroso. Hasta el momento de desviarse de la altitud de crucero la comunicación por radio entre la tripulación y el departamento de control de tráfico aéreo eran normales.
Sí es cierto que el resumen indica que el borde de fuga de la punta del ala derecha se encontró aproximadamente a 12 kilómetros del punto de impacto principal. Pero se puede haber desprendido después de que el avión empezara su picado mortal.
Así que hay que seguir esperando. Y mas teniendo en cuenta que el informe de la CAAC indica que las dos cajas negras del avión resultaron dañadas en el impacto y que aún se está trabajando en la recuperación de los datos.
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