Por @Wicho — 2 de enero de 2020

Primer vuelo de un Irkut MC-21
Primer vuelo de un Irkut MC-21 – Irkut Coportation

Aunque acumula años de retraso sobre las previsiones iniciales –su diseño arrancó en 2006– el desarrollo del Irkut MC-21 sigue adelante y hace poco se unía al programa de vuelos de prueba el cuarto prototipo. Incorpora modificaciones derivadas de los vuelos de prueba de los tres prototipos anteriores por lo que es el primero que monta el que sería el fuselaje de producción que se entregaría a las aerolíneas.

El MC-21, de Магистральный Самолёт 21 века, o Avión comercial del siglo 21, es la respuesta rusa a las variantes más recientes del Airbus A320 y del Boeing 737. Es, como ellos, un avión de un pasillo que en su variante -300 puede acomodar entre 132 y 163 pasajeros en dos clases o entre 165 y 211 en una sola clase según la configuración escogida por la aerolínea. Su alcance máximo es de 6.000 kilómetros. Está prevista una variante -200 con una capacidad máxima de 165 pasajeros y un alcance de 6.400 kilómetros.

Cuarto prototipo del MC-21
Cuarto prototipo del MC-21 – Irkut Corporation

Las alas, los timones de profundidad y la deriva son de polímero reforzado con fibra de carbono, mientras que el fuselaje está fabricado en una aleación de bajo peso de aluminio y litio. Las opciones de motorización son el Pratt & Whitney PW1000G –los mismos que montan el Airbus A220 o el Embraer E2– o el Aviadvigatel PD-14. La cabina es una cabina de cristal –con pantallas LCD– con joysticks laterales que recuerda más a la de un Airbus que a la de un Boeing, aunque puede incorporar HUD como, por ejemplo el Boeing 787.

Cabina del MC-21
Cabina del MC-21 – Irkut Corporation

Problemas de financiación y disputas comerciales entre países –algunos subsistemas, por ejemplo, son fabricados por empresas estadounidenses– han ido retrasando su entrada en servicio, que ahora está prevista para la segunda mitad de 2021 con Aeroflot; es posible, por cierto, que cuando entre en servicio, lo haga con el nombre Yak-242.

El MC-21 acumula unos 175 pedidos en firme y unos 150 tentativos, principalmente de parte de aerolíneas del antiguo bloque del este.

Pero la crisis del Boeing 737 MAX podría servirle para acumular unas cuantas ventas más ya que para Airbus es, al menos por ahora, imposible cubrir la posible demanda que un parón más prolongado aún del 737 MAX pueda traer; los plazos de entrega para pedidos nuevos son ahora mismo de años. Aunque lo cierto es que la cosa tendría que ponerse muy mal para ello porque las aerolíneas europeas o estadounidenses no se quieren comprometer con un avión de fabricación rusa para el que puede ser complicado conseguir repuestos. Pero nunca se sabe.

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