Por @Wicho — 16 de febrero de 2012

Último aterrizaje del NASA 911 - NASA/Tony Landis
Último aterrizaje del NASA 911 - NASA/Tony Landis (jpeg a 4.587×3.058, 2MB)

Aunque tienen forma de avión y eran capaces de planear a la vuelta de sus misiones, los transbordadores espaciales no podían trasladarse de un lugar a otro por sus propios medios, así que la NASA disponía de dos Boeing 747 convenientemente modificados para poder llevar un transbordador sobre su lomo, conocidos como Shuttle Carrier Aircraft.

Los SCA juntos - NASA/Carla Thomas
NASA's 747 SCAs--Birds of a Feather Flock Together: los dos SCA de la NASA juntos - NASA/Carla Thomas

Se utilizaban para devolverlos al Centro Espacial Kennedy cuando no aterrizaban allí a la vuelta de una misión, o cuando había que llevarlos a algún otro sitio, en especial cuando se devolvían a la fábrica para instalarles actualizaciones o nuevos equipos.

El Atlantis siendo acoplado al NASA 911 - NASA/Jim Ross
Shuttle in Mate-Demate Device being Loaded onto SCA-747 - Side View: El Atlantis siendo acoplado al NASA 911 - NASA/Jim Ross

Ahora, terminado el programa de los transbordadores espaciales el pasado mes de julio, sólo queda una misión para ellos, que es la de trasladar los transbordadores a sus lugares definitivos en distintos museos de los Estados Unidos, pero la NASA estima que para eso sólo necesita uno de ellos, con lo que acaba de dar de baja el NASA 911.

Matriculado N911NA, es un Boeing 747-100SR que antes fue de Japan Airlines, adquirido por la NASA en 1988. Tras las modificaciones pertinentes entró en servicio en 1990, siendo usado por primera vez en 1991 para transportar el Endeavour de Palmdale, California, donde acababa de ser construido, al centro espacial Kennedy.

El pasado día 8 llevó a cabo su último vuelo, trasladándose del Centro Dryden de Investigaciones de Vuelo en la Base Aérea Edwards, su centro de operaciones todos estos años, a la Planta 42 de la Fuerza Aérea en Palmdale: NASA's Shuttle Carrier Aircraft 911's Final Flight

Allí quedará almacenado para ser canibalizado por si el otro SCA necesitara alguna pieza mientras termina sus últimas misiones y para servir también como fuente de piezas de repuesto para SOFIA, el telescopio de infrarrojos que vuela en otro 747 convenientemente modificado y que lleva en servicio desde diciembre de 2010:

SOFIA con portón abierto - NASA/DLR
El telescopio está en un compartimento aislado del resto del fuselaje que tiene un portalón que se abre en vuelo para realizar las observaciones, como se puede ver en esta imagen [jpeg a 1.600×1.200, 139 KB]

Lo que no se sabe todavía es lo que va a ocurrir con el otro SCA, conocido como NASA 905, cuando termine su carrera activa.

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