Lo que queda de la batería dañada - NTSB
Según se puede leer en NTSB Provides Third Investigative Update on Boeing 787 Battery Fire in Boston la agencia responsable de la seguridad en el transporte de los Estados Unidos sigue estudiando la batería que se incendió en un 787 de JAL en Boston.
Por un lado, obtuvieron imágenes mediante rayos X y escáner de la batería antes de desmontarla; luego la desmontaron para analizar y documentar cada una de sus ocho celdas por separado.
Tres de estas celdas fueron sometidas a una análisis radiográfico más detallado, y ahora los técnicos de la NTSB están procediendo a desmontar todas las celdas y examinar y documentar los componentes de estas.
También están examinando otros componentes extraídos del avión como cableado, los circuitos de gestión de la batería, el controlador de la Unidad de Energía Auxiliar (APU) que alimentaba la batería que falló, y el cargador de esta entre otros.
Todos estos componentes serán sometidos a pruebas adicionales, ya sea directamente por la NTSB, por Boeing, o por el fabricante de las baterías en Japón.
Pero en cualquier caso lo más significativo de esta nota emitida por la NTSB es que dice que según los datos de la caja negra del 787 del incidente la batería nunca fue sometida a más voltaje que los 32 voltios para los que está diseñada.
Con este dato parece que se puede descartar que el incendio fuera provocado por una sobretensión durante la carga, una de las hipótesis que manejaban desde GS Yuasa Corp, la empresa fabricante de las baterías.
Mientras tanto, todos los 787 del mundo siguen parados.