Por @Wicho — 23 de enero de 2019

Prototipo del Airlander 10 en el aire

Aunque el prototipo de la aeronave híbrida Airlander 10 se despachurró en noviembre de 2017 la empresa que lo fabrica recibía a finales de 2018 el permiso de la Autoridad Civil de Aviación del Reino Unido (CAA) para comenzar la producción de unidades de serie del vehículo.

Quizás convenga recordar que el Airlander 10 está basado en el HAV 304, una aeronave desarrollada por la empresa para el Ejército de Estados Unidos como parte de un programa que buscaba adquirir una plataforma de reconocimiento, aunque finalmente el proyecto fue cancelado por falta de fondos. Así que el prototipo era en realidad fruto de modificaciones hechas en una aeronave construida inicialmente para otra tarea.

Pero el permiso obtenido, conocido como Production Organisation Approval, certifica que, según la legislación vigente, Hybrid Air Vehicles ha establecido una cadena de proveedores adecuada y que dispone de unos estándares de producción y ensamblado que le permiten construir unidades del Airlander 10 que se podrán utilizar para obtener el certificado de aeronavegabilidad del modelo. Ese certificado es un requisito previo imprescindible de cara a su posible comercialización.

Con esto HAV descarta reparar el prototipo y se va a centrar en la fabricación de esas primeras unidades de serie, que dicen que esperan ver en servicio a principios de la próxima década.

Otra vista del Airlander 10 en el aire

Con 92 metros de longitud, 43,5 de envergadura, una altura de 26 y un volumen de 38.000 metros cúbicos, el Airlander 10 es la aeronave más grande del mundo. Tiene una capacidad de carga de 10 toneladas, una velocidad de crucero de entre 100 y 150 kilómetros por hora, y un techo de servicio de unos 6.000 metros. Puede permanecer en vuelo cinco días si va tripulado y hasta dos semanas si es operado en remoto.

Hybrid Air vehicles lo ve como una excelente plataforma de transporte, en especial a lugares remotos o de difícil acceso por tierra; de comunicaciones; y de estudios desde el aire una vez dotado de los sensores pertinentes.

Otra cosa será que el mercado lo vea así y que la empresa tenga el músculo financiero suficiente como para aguantar hasta que esas unidades para la certificación del modelo estén listas para volar.

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