El Spirit of Innovation de Rolls–Royce llevó a cabo hace unos días su primer vuelo. Fueron unos 15 minutos en la base de pruebas de Boscombe Down. La empresa no dio datos de la velocidad alcanzada en ese vuelo pero la idea es que el avión pueda establecer un nuevo récord de velocidad para aviones con propulsión eléctrica. Para ello usará su motor de 400 kW, que se calcula que le permitirá alcanzar una velocidad punta de algo más de 480 kilómetros por hora. El récord a batir es el del Extra 330LE de Siemens, que en 2017 alcanzó los 340 km/h.
De todos modos, más allá del récord, el objetivo es aprender del desarrollo de la planta motriz del Spirit of Innovation para incorporar esos aprendizajes a aeronaves eléctricas de despegue y aterrizaje vertical y/o a aviones de corto radio que lo mismo algún siglo vemos en servicio. O no.
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