Después de un retraso de tres años sobre la fecha de entrada en servicio prevista inicialmente y tras poco más de un año y medio en servicio el Boeing 787 se ha ganado la dudosa distinción de convertirse en uno de los modelos de aviones que a lo largo de la historia han visto como se les retiraba la autorización para volar.
En este caso el detonante han sido los incendios de dos baterías en otros tantos aviones de JAL y ANA, que si bien se han saldado sin víctimas son lo suficientemente preocupantes como para haber provocado la parada de toda la flota.
Además, después de más de dos semanas tras el primero de estos incidentes, nada parece indicar que se esté más cerca de averiguar el origen del problema ni, por tanto de solucionarlo.
He escrito una pieza para RTVE.es sobre los problemas del 787 y lo que se sabe hasta ahora titulada A la caza del fallo que ha dejado en tierra a todos los Boeing 787 del mundo, aunque habrá que estar pendiente de cómo evoluciona el asunto.