Volar de un aeropuerto a otro puede hacerse a través de cierta ruta, tipo de avión o distintas compañías aéreas. Normalmente la ruta varía si hay escalas en distintas ciudades (de lo contrario es más o menos la misma, cerca de lo óptimo excepto por circunstancias medioambientales).
Además de esto las diversas compañías tienen bases distintas, aeropuertos preferidos y cuentan con flotas distintas cuyos aviones pueden ser más o menos rápidos y –lo más importante– sus procedimientos y forma de actuar pueden añadir o rebajar minutos a cualquier viaje.
Por eso es interesante este trabajo de FiveThirtyEight, titulado Which Flight Will Get You There Fastest? que consiste en un análisis de 6 millones de vuelos de los últimos años para calcular qué aeropuertos, rutas y compañías son más «rápidas» en el sentido literal: desde que el avión te recoge en la puerta de embarque al horario previsto hasta que te suelta en la terminal. El proyecto por desgracia solo está contemplado para Estados Unidos; sería genial tener algo igual a nivel internacional. Basta introducir aeropuertos de origen y/o destino y los datos aparecen en el lateral: qué compañías suelen tener retrasos, adelantos y en general cuál simple y llanamente la más rápida.
El completo análisis resuelve casos curiosos, como por ejemplo: si una compañía anuncia que te lleva de A a B en 45 minutos pero suele emplear en realidad 60 y otra lo anuncia en 75 pero lo hace normalmente en 70… ¿Cuál elegir, a precios y servicio comparable? Obviamente la primera, porque 60 minutos son menos que 70. Pero a todos los efectos «oficialmente» en las estadísticas la primera compañía aparece como que sus vuelos «suelen llegar retrasados» mientras que la otra puede legalmente permitirse decir que «sus vuelos llegan con adelanto». Otro caso típico es una compañía que vuela de A a B en 30 minutos y otra en 45… pero la primera luego pasa otros 30 rodando por la pista mientras que la segunda consigue un finger en 5 minutos. Mejor quedarse con la segunda.
Para añadir complicaciones al «juego» hay reglas acerca de cómo se mide el «tiempo de vuelo» (que suele incluir toda la rodadura por la pista hasta el párking) y cómo «oficialmente» se consideran esos valores y muchos otros. Todo esto influye en la percepción que la gente tiene de lo rápidas o lentas que son en realidad ciertas rutas de las diversas compañías, así que esta herramienta resulta interesante para comprobar esas pequeñas –o no tan pequeñas– diferencias de forma real y además predictiva.