La tripulación de un helicóptero Lynx de una fragata de la Marina de Brasil despachada a la zona en la que el martes se divisaron desechos que se suponían del vuelo Air France 447 desde el aire ha sido capaz de recoger un palé y dos balizas de emergencia, lo que confirma que el avión cayó al agua, algo que por otra parte era ya una certeza absoluta.
Las difíciles condiciones del mar habían impedido que la patrullera Grajaú y la corbeta Caboclo, los primeros barcos en llegar a la zona, situada a unos 650 kilómetros al noreste de la isla de Fernando de Noronha, hubieran podido recoger ningún resto antes.
Los esfuerzos se centran en estos momentos en intentar localizar los restos del avión en sí, una tarea enormemente complicada porque hasta ahora se han encontrado desechos en al menos tres zonas, una de ellas separada hasta 90 kilómetros de las otras dos.
En cualquier caso el ministro de defensa brasileño dice que se trabaja con la hipótesis de que el avión cayó al agua sin haber explotado antes porque se ha localizado una mancha de combustible de unos 20 kilómetros de largo que de otro modo no estaría allí ya que habría ardido.
El lugar en el que se encontraron los restos también ha llevado a un portavoz de la fuerza aérea brasileña a decir que parece que la tripulación hubiera decidido dar la vuelta, pero insistimos en que ambas afirmaciones por ahora no son más que suposiciones.
La búsqueda ha sido realizada hasta ahora fundamentalmente por medios aéreos, entre los que se halla un CN-235 de la Guardia Civil, pero será necesario que lleguen a la zona barcos con sumergibles que puedan detectar las señales de las cajas negras del avión para tener alguna oportunidad de hallarlas, ya que estas pueden estar a 3 ó 4.000 metros de profundidad y los receptores de los barcos no alcanzan más que unos 1.000 metros bajo la superficie.
Además, la zona sobre la que cayó el avión está atravesada por la zona de unión de las placas tectónicas sudamericana y africana, zona en la que hay una cordillera submarina enormemente escarpada en cualquiera de cuyos huecos pueden haber ido a parar partes del avión, lo que complica aún más el asunto.
Hay otros tres barcos brasileños en la zona, incluyendo un petrolero para poder reabastecer a los otros durante la búsqueda, que se prevé larga, y se espera que a principios de la semana que viene llegue a la zona un barco francés que lleva a bordo el Nautile, un sumergible tripulado capaz de descender hasta profundidades de 6.000 metros si fuera necesario.
Hasta ahora no se ha encontrado ningún cuerpo, pero en cualquier caso Air France ya ha comunicado a los familiares de los pasajeros y tripulantes que no hay ninguna esperanza de localizar a nadie con vida
Actualización 5/6/2009, 01:15: Según se puede leer en Destroços retirados do Atlântico não são do avião da Air France, diz Aeronáutica, no se puede confirmar que los restos recogidos por el helicóptero de la Marina sean del Airbus perdido de Air France, pues no tienen ninguna identificación que las vincule con este.
Y si entiendo correctamente lo que dice la noticia, tampoco parece claro de todo que la mancha de combustible a la que hacemos referencia arriba sea de combustible de aviación, con lo que las declaraciones del ministro y del portavoz de la Fuerza Aérea quedan completamente desacreditadas.