Por @Wicho — 3 de febrero de 2014

Justo después de saltar del avión James Lee fue alcanzado por otro paracaidista y quedó inconsciente, dando tumbos sin control en el aire.

Otros dos compañeros se dieron cuenta de que algo le pasaba y se acercaron para indicarle por señas que estabilizara su caída.

Al ver que no les hacía caso se aproximaron para sujetarlo y estabilizarlo entre los dos de tal forma que pudieron desplegar su paracaídas sin peligro de que se enrollara.

James recuperó el conocimiento ya con el paracaídas desplegado y pudo aterrizar sin mayor problema, aunque tampoco tenía ni idea de lo que le había pasado hasta que se lo contaron.

(Vía Neatorama).

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