Los ekranoplanos son unos peculiares vehículos similares a un avión cuyo funcionamiento se basa en el denominado efecto suelo, que es una especie de colchón de aire que se forma bajo la aeronave cuando esta se avanza con cierta velocidad muy próxima al suelo. Pero aunque parecen aviones en realidad son considerados como embarcaciones.
Tienen la ventaja de que pueden ir razonablemente rápido sobre superficies planas como el mar, un lago, o incluso terreno llano, y su gran capacidad de carga los hace interesantes como transportes, aunque ha habido incluso desarrollos de ekranoplanos lanzadores de misiles como en Lun.
Desde la década de los 30 se hablaba de la posibilidad de construir vehículos que aprovecharan el efecto suelo, pero hasta la década de los 60 no se intentó construir ninguno, en especial en la Unión Soviética. Aunque lo cierto es que no han gozado de mucho éxito tanto por motivos técnicos como políticos y financieros.
Sin embargo Rusia parece dispuesta a intentarlo una vez más, en este caso con el Chaika A-050, un ekranoplano de propósito multiple con un desplazamiento de 54 toneladas –recuerda, estamos hablando de barcos– y 35 metros de longitud capaz de llevar a 100 pasajeros o una carga de nueve toneladas.
Ya se están haciendo pruebas con modelos a escala y está previsto que entre en servicio entre 2020 y 2022, aunque quizás esas fechas sean un poco optimistas de más.